El Mausoleo de la Familia Dorrego - Ortíz Basualdo. Desde el Cristo Central del cementerio, distinguimos una bóveda monumental. Pertenece a los Dorrego - Ortiz Basualdo, y fue realizada por el arquitecto francés Louis Dubois a principio del siglo XX. Consta de dos elementos estructurales: la bóveda propiamente dicha de entrada lateral y una gran hornacina, profusamente decorada, que se adosa al cuerpo principal, como fachada magnífica de este panteón. Este nicho contiene una escultura de las Vírgenes Prudentes del Evangelio, realizada en mármol y es réplica del monumento a la familia Montanaro del Cementerio de Génova (Italia), esculpida por Giovanni Battista Villa. La capilla es de estilo francés, destacándose la puerta de acceso de líneas Art Nouveau. Completan la composición un basamento con el nombre de la familia titular en relieve, una ánfora para aceite sacro y una cruz latina en cuyas puntas se esculpieron los emblemas de los cuatro evangelistas, todo lo anterior en mármol blanco y un candelabro de siete brazos en bronce.
En el candelabro de siete brazos o Menoráh, según la tradición hebrea, la luz del medio significa la luz del mundo, o sea la luz Divina: Dios. La virgen prudente, habiendo guardado el aceite, enciende aquella misma vela de la cual sale la Cruz redentora de Cristo. "Ego sum lux mundi": Yo soy la luz del mundo (Vulgata, S. Juan, 8,12).
La inscripción de la cruz que reza: "O crux, ave, spes unica", es fragmento del tradicional himno de Vísperas antes del Domingo de Pasión: "O cruz, ave, spes unica. Hoc passionis tempore piis adauge gratiam, reisque dele crímina". Que se traduce: "¡Salve, oh cruz, única esperanza nuestra! En este tiempo de pasión aumenta en los justos la gracia y borra los crímenes de los reos". (Vexilla Regis, Himno en las Vísperas del Domingo de Pasión). Aquella cruz que emerge, como refulgente luz, es la que ilumina, tanto el camino de la virgen prudente como el de todos los cristianos que tienen como guía la Cruz redentora de Cristo, junto a su doctrina, significada por la Tradición y los Evangelistas en los cuatro emblemas que adornan la cruz.
"Mano prudente"
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